jueves, 3 de enero de 2013


No sé por qué (tal vez tenga mi nombre algo que ver) pero soy más supersticiosa de lo que quisiera admitir, a pesar de mi misma, de mi razón, de mi intelecto, de mi corazón, así que comenzar el año 2013, me produce cierta desazón...

Por ello, intento vencerla con 'visionados' de programas extraordinarios como las magníficas entrevistas de Iñaki Gabilondo a Jordi Ébole y José Luis Sampedro o la conferencia de Noam Chomsky sobre Education for whom... ¡Menudas reflexiones nos ofrecen! No cabe supersticiones sino construir nuestro propio aprendizaje, educación, formación permanente, ética profesional y social; no cabe resignación, sino 'self-reliance' y 'civil disobedience' en el sentido que proponían
Emerson y su discípulo Thoreau, que recientemente me lo ha recordado el estupendo artículo de Isaac Rosa en El Diario.

 Igualmente con buenas lecturas, para encontrar vías que me ayuden a no resignarme, a encontrar o reencontrarme con el significado de ser un docente profesional y una buena persona, con las menos incoherencias posibles (¡qué difícil!) y la mayor variedad de recursos para ayudar a aprender a nuestro alumnado conectando razón y corazón.  Así recomiendo las siguientes:
Los secretos de la motivación de J.A. Marina,
Bajo rendimiento escolar: Bases emocionales de su origen y vías afectivas para su tratamiento del doctor Justo Ortega Torres
Pregúntale a Platón de Lou Marinoff

Acabo de empezar Secretos de la felicidad de Luis Rojas Marcos, que me han regalado Emi y Mar, a los que se lo agradezco públicamente a través de este blog, porque, sin duda, proporciona lo que indica su subtítulo y lo que necesito para sobrellevar el nuevo año sin superstición y con actitud positiva: Déjate guiar por tu instito y disfruta la vida. 

Animo a iniciar el año con "Este libro (que) va dirigido a quienes sienten curiosidad por explorar las claves secretas, programadas en los genes, que contribuyen a nuestra sastifacción con la vida en general..." 
¡Ahí es nada! ¡Que sea un buen año!